En la vereda encontré gente amable, curiosa por saber quien era yo y saber que iba a hacer a la vereda; seguí encontrando personas generosas, hospitalarias, sinceras, y niños alegres y entuciastas que contagian alegría y avivan el deseo de continuar la labor del docente; también me encontré con adultos con deseo de superación para quienes la edad no es una barrera para continuar estudiando y formándose con el fin de buscar un mejor futuro para ellos y su familia; me encontré con lideres comunitarios que procuran y luchan para que su vereda progrese y no sea excluida de los beneficios que ofrece el municipio.Pero lo más importante y bello fue encontrar gente sencilla, humilde, y con corazón para acoger y colaborar a los que los necesitan en su comunidad, serviciales y atentos para con los forasteros... esa fue la gente que encontré y extrañaré...